Acudieron una cuarentena de personas, de edades comprendidas entre los 6 y los 60 años.
El jueves día 1 de un tórrido y recién iniciado mes de agosto, la Casa del Parque Natural Las Batuecas-Sierra de Francia – como cada año, llegado el periodo vacacional – organizó una jornada de voluntariado ambiental en la villa de Monsagro.
Cuarenta personas de edades comprendidas entre los 6 y los 60 años, se dieron cita a las 9 de la mañana en la plaza de la localidad para desde allí dirigirse a realizar las tareas encomendadas.
Un grupo formado por el grueso de la gente más joven se ha encargado de repintar, restaurar y acondicionar los caminos y paneles del jardín botánico, mientras que otro grupo menos numeroso, de gente adulta se ocupaba de reparar las papeleras y deterioros del vallado de madera.
Como ya viene siendo costumbre, tras la realización de las actividades, el Ayuntamiento obsequió a los participantes con una comida de hermandad en las instalaciones del botánico.
Otro año más, la actividad ha servido sobre todo, para que generaciones distintas convivan y participen durante un día en una tarea común, buscando el beneficio, no de cada uno si no, del conjunto de la población, un claro ejemplo de integración intergeneracional, con el fin de arrimar el hombro en la ingente tarea de tratar de paliar el galopante deterioro que el medio rural padece desde hace varias décadas.
Todo un ejemplo, que desafortunadamente encuentra poco recorrido en el devenir cotidiano de una sociedad marcada por el individualismo y el aislamiento al que conduce el consumismo y, el mal uso de la absorbente tecnología, tan común en la sociedad moderna.