Voluntariado medioambiental en Monsagro.

La mañana del sábado 17 de agosta, ha sido la elegida por la Casa del Parque Natural las Batuecas-Sierra de Francia, conjuntamente con el Ayuntamiento monsagreño, para llevar a cabo una jornada de voluntariado medioambiental en la villa de Monsagro, con el fin de concienciar, principalmente a las nuevas generaciones, de la importancia de conservar lo más impolutos posibles los espacios aledaños a la ribera de los cauces fluviales.

A las 11 horas, se concentraron los participantes en el aparcamiento cercano al área recreativa del «Charco de los Mozos» la primera fase consistió en barnizar el vallado y los soportes de la cartelería, amén de apretar, con las escasas herramientas disponibles, la tornillería de los carteles, también se acometió la tarea de elaborar pequeños ceniceros a base de latas de conservas pintadas por los más pequeños, para distribuirlos por el área de baño, con la sana intención de que los fumadores tengan a bien el depositar en ellos las colillas de los cigarrillos, en lugar de dejarlas desparramadas por el suelo.

Para la segunda fase fue preciso desplazarse hasta la zona de baño propiamente dicha, en ella se tomaron muestras del agua para determinar tanto el PH, como la biodiversidad de la microfauna acuícola del rio Agadón, también se tomó- por pura curiosidad – la medida de mayor profundidad en el charco habilitado para el baño, quedando la cosa, groso modo – pues resultó más difícil de lo esperado, el poder medir la profundidad con exactitud, debido a la precariedad de las herramientas empleadas – entre los 2m 10cm, y los 2m y 20 cm, como dato a consignar para el futuro. Así mismo, los datos arrojados, dejaron constancia de la salubridad de las aguas, no en vano, el tramo en el que se tomaron las muestras, está comprendido en el espacio que forma parte de la catalogación de Reserva Natural Fluvial.

Terminadas las actividades propiamente dichas, se pasó al ágape, agasajo tanto de la Casa del Parque, como del consistorio local, los participantes, pudieron dar buena cuenta de una rica empanadilla, un hornazo y bocadillitos de salchichón y chorizo; se dio por concluido  el evento, con una charla, encaminada a concienciar a los usuarios de la zona, a ser especialmente respetuosos con el área recreativa, todos y cada uno de los días, y no solamente en la jornada organizada para ello.

La jornada de voluntariado medioambiental es una actividad con acrisolada solera en nuestra villa, se lleva realizando alrededor de una década, siendo – por boca de los organizadores – uno de los pueblos con la más alta participación.

Por regla general, se suele realizar la jornada en el jardín botánico, pero es esta del Charco de los Mozos, la primera en realizarse íntegramente fuera de ese espacio; en 2018 se complementó la actividad en el jardín, con la reparación de la techumbre del chozo de la Rubia y se acondicionó el entorno del puente «El Olla»

Sea como fuere, lo que queda meridianamente claro es, que este tipo de iniciativas, reúne a gran parte de la población estival,  en torno a algo que redunda en el beneficio común, siendo especialmente significativa, la integración entre jóvenes y veteranos interactuando conjuntamente en pro de conseguir un objetivo loable. En la presente convocatoria, la edad de los participantes ha fluctuado entre los 7 años del más pequeño y los 63 del de  mayor edad, lo de las edades es constatable en los preceptivos papeles rellenados previamente al inicio de la jornada, por descontado, que eso forma parte secreto de sumario, pero el dato, no es delictivo airearlo.

No queda más, que dar las gracias a los organizadores por iniciativas como la que nos ocupa, que además de llevar a cabo un trabajo de consolidación de mobiliario de áreas recreativas, nos permite compartir una mañana de fin de semana en franca armonía no exenta de camaradería, que dados los tiempos que corren, no es moco de pavo.