El Cisto del Amparo toma las calles de Monsagro.
La llegada del mes de septiembre, desde tiempos inmemoriales, trae aparejadas al menso dos cosas, la inminente llegada del otoño y la celebración de las fiestas del Cristo.
En la antigüedad, mediados del mes marcaba la celebración, actualmente es prácticamente el inicio del mes el indicado para festejar al Cristo del Amparo, del 13, 14 y 15, se ha pasado hace ya más de una década, al segundo fin de semana del mes, por mor, entre otras cosas, de facilitar a los menores el poder disfrutarlas antes de comenzar el periodo lectivo.
Sea como fuere, el hecho cierto es, que sigue siendo un acontecimiento de primer nivel para los monsagreños, aunque no es menos cierto, que poco a poco, las cosas han ido variando, hasta el punto, de que si antaño predominaba el componente religioso sobre el lúdico, en la actualidad han cambiado ligeramente las tornas, y lo litúrgico ha perdido algo de empuje, pero sin llegar a dejar de ser el eje principal de la celebración.
En lo tocante a lo religioso, prácticamente ninguna variación desde allende los tiempos, víspera por la tarde subida del Cristo a la iglesia con todo el acompañamiento y boato propios del acto, el día después, fiesta grande con misa solemne, procesión, rifa del bollo y bailes en honor del Cristo antes de devolverlo a la iglesia, para al día siguiente a media mañana, recorrer a la inversa el camino de la víspera para dejar de nuevo la imagen en la ermita del humilladero, a cuyo costado se encuentra adosado el camposanto, para que durante todo el resto del año, su presencia sirva de guía a las almas de los monsagreños que en el reposan.
Es en la vertiente profana, donde se han producido los cambios más sustanciosos, si antaño era el tamborilero, el único representante musical, en los tiempos presentes, son las grandes orquestas con sus camiones escenario las protagonistas de las verbenas, se pasó de los bailes al son del tamboril, a las orquestas instrumentales sin equipos de sonido, y de estas, a las actuales macro orquestas con su espectáculo de luz y sonido, amén, de las charangas y los DJ, tan en boga, así mismo, se pasó del tradicional convite ofrecido por los mayordomos – a veces a gente muy seleccionada – a convite para todos y comida comunal a cargo de los mismos mayordomos.
Las fiestas de 2024, fueron mecenadas por «Los Candelos» los descendientes del tío Manuel y la tía Mena, matrimonio hurdano de Casares, que como tantos otros, buscó en Monsagro mejorar su vida, dejando tras de sí numerosa prole, cuyos nietos, principalmente, en este año han querido rendirle el merecido homenaje al que por derecho accedieron siendo parte del pasado que contribuyó al sostenimiento del pueblo, y que se llegase hasta el día de hoy como se ha llegado, este matrimonio representa a la perfección, el abnegado sacrificio de tantos otros, para dejar a sus descendientes un mundo mejor, cosa que consiguieron a base de sudor y penurias, vaya en sus personas, el reconocimiento a todos nuestros ancestros, por su generosa y humilde labor.
Quedará como recuerdo indeleble de la fiesta del 24, la fuente que los mayordomos han erigido en el Campital, y con esta ya son cinco los surtidores que jalonan el pueblo; si nos entretenemos en echar la vista atrás y hacer un poco de historia: de origen – antes de la llegada del abastecimiento público – Monsagro contaba con dos, la fuente propiamente dicha en el camino del Barreal – canalizada en 1925 hasta la vera de la poza de lavar, a la orilla de la carretera de la Peña – y la de la Canalita, ambas alimentadas por manantiales naturales, la llegada del abastecimiento trajo consigo, en primer lugar, la fuente de la Plaza – que originariamente no se encontraba adosada al pilón, sino en la esquina del bar Carruli – y posteriormente la del exterior del patio de las escuelas, faltaba una en la parte baja del pueblo, y esa falta se ha subsanado con la del Campital. En la actualidad la única que queda con agua de manantial es, la de la carretera de la Peña, pues la de la Canal hace varias décadas que se nutre del suministro de agua potable del depósito, a excepción hecha de las que se encuentran en la carretera, la de la Lancha, sin duda la más antigua, la de la Fría – construida sobre otra antigua que ha quedado soterrada, y por cierto, muy apreciada, constantemente accede gente forastera a abastecerse de su cristalino flujo – la de las Medianas y la de Ovidio.
Una vez puestos en contexto, pasaremos a reproducir el cartel, detallando las actividades de esta fiesta de veraniega
La inauguración extraoficial se produjo el jueves 5 a las 13 horas, con la presentación de la segunda edición del libro «de antaño a hogaño» y el inicio de los campeonatos de tute y mus. posteriormente, a eso de las 18 horas, se procedió a engalanar la Plaza y la entradas de la localidad con los banderines de rigor, a todo esto, comentar que los mozos se encontraban ausentes por causa de fuerza mayor, la búsqueda de la tradicional cucaña, que esa misma tarde quedó instalada en las cercanías del frontón.
A las 22horas, la presentación oficial con el pregón de los «Candelos», para a las 23,30, dar comienzo la verbena a cargo del grupo «Efecto retroactivo» y sin dar pausa siquiera, continuar la fiesta en el patio de las escuelas con el DJ «Moonlit» hasta la amanecida.
El viernes 6, a las 12 horas, concurso de tortillas en la Plaza, para pasar a los juegos infantiles sobre las 14 horas, esto en cuanto a lo profano, a las 17,30, pasacalles para reunir a los interesados en bajar a la ermita para acompañar la subida de la imagen a hombros de los mayordomos, a continuación, inauguración de la nueva fuente del Campital – que de forma excepcional tras la bendición dio vino en lugar de agua – para continuar, una cata de vinos en el local del Ayuntamiento y festival de disfraces, todo ello amenizado por la charanga «Al Rojo vivo» como paso previo a la verbena amenizada por el grupo «D´Shalom» que comenzó a las 00, horas, por último, el DJ «Moonlit hasta el alba.
El tercer día sábado 7, día grande, esta es, sin lugar a dudas, la jornada en la que lo litúrgico toma el protagonismo, de madrugada, pasacalles con el tamborilero para requerir el aguardiente y los dulces a los vecinos que se prestaron a ello, después un periodo de descanso con el fin de que la gente se preparase para el plato fuerte, la misa solemne a eso de las 12,30, procesión del Cristo bajo palio, el tradicional ofertorio como preludio de la rifa del bollo maimón y los bailes charros en honor del santo Cristo, regreso a la iglesia y convite tradicional ofrecido por los mayordomos, con esto se dio por finalizado, lo que podríamos denominar, parte ceremonial, para pasar al entretenimiento con unos carretones para niños como introducción a otro acontecimiento muy del gusto de la gente, a eso de las 17,30, las vaquillas, con la charanga «Manliao» amenizando el festejo taurino; algún percance de menor alcance, gracias a Dios, y paso a lo siguiente, verbena popular a cargo del grupo «Apollo» y el sempiterno DJ «Moonlit» hasta que el sol hizo acto de presencia.
El domingo 8 – se da la circunstancia de que se celebra el día de l Virgen de la Peña de Francia – ya con las fuerzas muy mermadas, el habitual pasacalles de despedida con requerimiento de dulces y aguardiente, dando tiempo para que a las 13´15, tras la celebración de la misa, los feligreses acompañasen al Cristo de vuelta a su ermita, para seguir siendo el protector de los difuntos a su cargo, en espera de la llegada del próximo año, para repetir el inveterado ritual de su visita a la localidad con todos los honores.
La bajada marcó el final de las fiestas en su vertiente sacra, pero aún quedó el colofón. A las 14´30, comida de confraternidad con la que los mayordomos quisieron agasajar a sus convecinos en el frontón. Tras el opíparo banquete, el turno de la chiquillería, con los hinchables en la Plaza mayor, un poco antes de que, a eso de las 19 horas, un espectáculo de variedades pusiese el broche de oro a unas fiestas, en las que la armonía ha estado presente a lo largo de las cuatro jornadas.
No obstante, el punto final lo puso, pasadas las 0 horas, un pasacalles después de una fogata y bailes regionales ejecutados por los residentes y algún que otro rezagado
Dejar constancia igualmente, de que ya es el segundo año – aunque no consecutivo – que no se lleva a cabo la tradicional y apreciada parrillada de despedida de fiestas, lo digo, porque más de alguno lo echamos de menos.
Pasaron las fiestas del Cristo, se avecina el final del verano, y se ve muy cercana la llegada del otoño, cabe esperar, que el año venidero nos depare, cuando menos, lo mismo que el presente, al menos en cuanto a la presencia de las personas que aman Monsagro, Dios lo quiera.
Sin embargo, el fin de fiestas – aunque fuera de programa – no se produjo la noche de la fiesta de la Peña de Francia, lo fue la mañana del lunes 9, con el paso de la vuelta ciclista a Salamanca, por Monsagro.