Concluyen las – casi fiestas – en honor del Cristo del Amparo en Monsagro.

Ayer domingo terminaron las fiestas patronales de verano del año 2021.

La pandemia del COVID-19 ha traído aparejados un sin fin de cambios a todos los niveles de nuestra vida, y como no podía ser menos, también, y sobre todo, en lo tocante a la celebración de eventos multitudinarios como el de nuestras fiestas del Cristo del Amparo, tanto es así, que el pasado año, apenas si se celebraron los oficios religiosos, y con muchas restricciones en cuanto al aforo  en el interior del templo.

El termino acuñado por entonces para referirse a las celebraciones fue el de «las no fiestas» debido a eso, y dado que el nivel de las restricciones sí lo permite, en esta ocasión se han podido realizar diversas actividades, por lo que he considerado más apropiado utilizar el termino «casi fiestas» pues en realidad las fiestas del presente año han estado a un gran nivel dadas las circunstancias, casi, casi como las de los años pretéritos; de modo que, como sucedía antaño, en todos y cada uno de los tres días han tenido lugar acontecimientos, tanto lúdicos como religiosos.

El viernes por la tarde, como siempre – a excepción hecha del año pasado, algo inédito en los anales de Monsagro  y por ende del resto del mundo- la imagen del Santo Cristo se desplazó desde la ermita hasta la Plaza, eso sí, sin el acompañamiento y procesión al son del tamboril habituales. únicamente los porteadores y, con mascarilla. Que duda cabe de que dista mucho de la tradicional subida con pendones y acompañamiento del pueblo en pleno en pos de la imagen, pero es lo que toca.

La subida del Cristo supone de facto, el pistoletazo de salida para el inicio de las fiestas, en esta ocasión, la imagen recaló en la Plaza,  en lugar de la iglesia, por motivos más que evidentes, con esta medida se remediaba la limitación del aforo para los asistentes. Todas las actividades se han llevado a cabo al aire libre, las religiosas, por descontado, para ello se ha engalanado la Plaza con los pendones decorando la fachada de la casa consistorial, e improvisando un vistoso altar para la ocasión, el consistorio ha proporcionado las sillas, de forma tan sencilla se ha conformado un templo lo suficientemente apropiado como para cumplir con las estrictas medidas de seguridad vigentes.

Ya bien entrada la tarde, el grupo folclórico salmantino «Mayalde» amenizó la velada.

El sábado, día grande, de nuevo el Cristo presidió la Plaza para la celebración de la misa cantada, ofertorio y rifa del bollo preceptivos, tras de lo cual, se sucedieron los eventos lúdicos destinados a cubrir la tarde: hinchables en el frontón para los más menudos, y en el campo de futbol, para la juventud, las competiciones del llamado humor amarillo y, ya como colofón de la jornada principal, la actuación, de nuevo en la Plaza, – centro neurálgico este año de casi todos los eventos – del grupo musical SMS, bien es cierto, que sin su espectacular camión escenario, y con la gente sentada en las sillas proporcionadas por el Ayuntamiento.

El domingo por la mañana, nuevamente la misa que marca el principio del final, de las fiestas con la bajada de la imagen de regreso a la ermita; en este caso, no ha sido tal, de forma excepcional, y dadas las circunstancias, se ha decidido posponer su vuelta a la ermita una semana, semana que permanecerá en la iglesia, con el fin de que los fieles que lo tengan a bien pasen a contemplarla.

Una vez ya recogida la imagen en el templo,- concluidos por tanto los oficios litúrgicos –  el personal se dirigió a las escuelas para recoger en riguroso turno,, la paella que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de los vecinos, eso sí, con la variante respecto a años anteriores, de tener que llevársela a casa para consumirla, por la ya consabida obligación de respetar las distancias decretadas debido a la pandemia.

La tarde de este último día, se ha completado con una exhibición de rapaces en las eras de la localidad, que ha sido muy del agrado de todos, tanto de mayores, como  de pequeños,, y ya para terminar definitivamente, un recital de copla a cargo de Esmeralda, muy del agrado así mismo, del público concurrente.

Como puede apreciarse, el año 2021 ha tenido en Monsagro unas fiestas bastante completas, si tenemos en cuenta las excepcionales circunstancias en las que nos desenvolvemos, a pesar de ello, han resultado más que notables, la ausencia de las vaquillas, la cucaña y la parrillada que cada año daba por finiquitadas las fiestas, dejando un inmejorable sabor de boca – nunca mejor dicho  – para que el personal comenzase a contar los días que faltan para el advenimiento de las próximas.

Con todo, y a pesar de las dificultades sobrevenidas, como puede apreciarse, nada que ver con las del año pasado y un poco más cerca de las de siempre, por ello lo del título inicial – las casi fiestas- .

No cabe duda de que el Ayuntamiento ha realizado un notable esfuerzo para dar cabida- dentro de lo posible – al divertimento de la población, algo a lo que no es ajeno, por supuesto,  el nivel de vacunación alcanzado.

Se acabaron las fiestas, esperemos que el año que viene vuelvan tal y como se han celebrado siempre,  Así sea.

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