Sábado santo en Monsagro

Solemne vigilia pascual en la parroquia de Monsagro.

El sábado 30 de marzo, lo fieles de las parroquias a cargo del sacerdote Efraín Peinado se reunieron en la parroquia de  Monsagro de la que es patrón San Julián, para concelebrar la vigilia pascual correspondiente a este año del Señor de 2024.

A las 20,30 horas, la comitiva de feligreses conformada con las parroquias de: La Atalaya, Zamarra, Serradilla del Llano, Serradilla del Arroyo y Monsagro, se dieron cita en la parroquia de San Julián para celebrar conjuntamente la vigilia pascual, y compartir la luz del fuego redentor de la resurrección de Cristo.

Este año ha sido designada por el párroco titular de las cinco, la iglesia de Monsagro para llevar a cabo hermanados,, los actos de la pasión y resurrección de Cristo, culminando la celebración mancomunada, con la vigilia pascual precursora de la resurrección del Señor.

Previamente – viernes santo por la noche – la procesión de la Soledad recorrió las calles de la localidad con la solemnidad propia de fechas tan señaladas para los fieles cristianos; no sin que la impertinente lluvia obligase a recortar el recorrido al hacer su aparición. De nuevo, tanto la Virgen –  a hombros de las mujeres – como su hijo Jesús –  a hombros de los hombres –  recorrieron en sentido contrario, como antaño, las calles de la villa para encontrarse en la esquina de la calle el  Cojo con la de Alcalá, para después conjuntamente las dos procesiones, regresar a la iglesia . Conviene recordar, que durante varios años no se celebró la procesión, afortunadamente en estos últimos, ha vuelto a recuperarse, lo que supone una buena noticia para los fieles creyentes, y una nota tradicional para los no tan devotos, algo, a todas luces vistoso y valorado de una u otra forma.

A la terminación de la vigilia, y tras las campanadas de júbilo por la resurrección de Cristo, la parroquia agasajó a los participantes con un convite  de confraternidad en el local multiusos de las antiguas escuelas, digno remate, para poner fin a las restricciones propias de la Semana Santa, a la espera de despedirla de forma definitiva, el domingo de resurrección.

Hasta ha ce no tantos años, era costumbre que los jóvenes ese domingo se reunieran para comer el hornazo, cosa que en la actualidad ha quedado en desuso, así como, volver a comerlo el día siguiente lunes  – 1 de abril – y nuevamente el domingo siguiente – 7 de abril – en el caso de este año 2024, como veréis, nada que ver con el lunes de aguas que se celebra en otros sitios como  la capital de la provincia; en nuestro pueblo era: el domingo de Pascua, el día siguinte lunes, y para terminar, el domingo Arbillo, exactamente una semana después del de gloria.

Si bien es cierto, que algunas cosas se van perdiendo, no es menos cierto que  otras – la procesión de la Soledad –  parece que vuelven por sus fueros.

No cabe duda, de que la modernidad trae consigo nuevas formas de ver, de sentir y celebrar las cosas, a los jóvenes actuales les atrae más quedar por redes sociales, que reunirse para comer el hornazo y pasar la tarde en franca armonía, resignación, nuevos tiempos, nuevas costumbres, nuevas formas de ver la vida.

1 comentario

Enhorabuena a todos los que mantenéis esta tradición cristiana, comenzando por el párroco y siguiendo por quienes colaboráis en estas celebraciones, expresión de fe. Mi sincera felicitación.

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