La parroquia de San Julián de Monsagro, luce suntuosa decoración con motivo de la festividad del Corpus Cristi.
Este domingo 11 de junio, como ya viene siendo costumbre, la parroquia de Monsagro se vistió de gala para celebrar la festividad del Corpus Cristi. La principal responsable de tan florida expresión, no es otra que Cristina Luis, que un año más – y ya van seis con el actual – se ocupa de engalanar con motivos florales el templo, para que luzca en todo su esplendor la mañana del domingo del Corpus. en esta ocasión ayudada por su tía Manoli, las dos han conseguido un efecto realmente espectacular, como puede apreciarse en las fotografías adjuntas rescatadas del Facebook, todo un ejemplo de pundonor y bien hacer, digno de mejores alabanzas que las que cosechan, gracias a su iniciativa – allá por el 3 de junio del año 2018 – la iglesia de Monsagro vuelve a resplandecer al más puro estilo de la antigüedad, cuando el pueblo bullía de gente, y eran muchas las personas que se implicaban en la decoración, no solo de la iglesia, sino también del trozo de calle que les correspondía, la cada vez más acelerada despoblación del medio rural – a la que Monsagro no es ajeno – propició que este tipo de actividades colectivas, quedase prácticamente en desuso, si acaso, algún nostálgico seguía adornando su parcela de calle con tomillos y, algún escaso altar jalonaba el recorrido del Santísimo por las calles de la villa, cada año menos, y más espaciados, pero, hete aquí, que Cristina, motu propio, decide decorar la iglesia, y aunque parezca baladí, esto motiva el que la gente se implique un poco más en la decoración callejera, que sin llegar a alcanzar, ni remotamente, la fastuosidad de tiempos pasados, en los que las ramas de castaño, hiedras, tomillos, colchas y numerosos altares eran comunes a lo largo del recorrido, no quedando ni un trozo de pavimento sin su alfombra de flores; sin ni siquiera acercarse a ello, si que es cierto, que este año, al menos cuatro altares se han instalado en la calle, pero sin duda, lo más relevante, el espectacular decorado de la iglesia, que cada año va tomando matices distintos y cada vez más elaborados, siendo el de esta ocasión uno de los más logrados, al menos, a mi juicio, aunque eso es lo de menos, lo mollar radica en la implicación que Cristina tiene con la fiesta en cuestión.
Otro año más, la iglesia ha lucido con orgullo, el distintivo de la fiesta del Corpus, la cuidada decoración, tan propia de esta fiesta tan particular, que no hace tantos años, además, era la elegida para que los niños de la localidad tomasen la primera comunión, algo por desgracia, casi extinguido, dada la falta de infantes en los pueblos.
La fiesta ha cambiado de ubicación en la semana, antaño se celebraba en jueves – en la actualidad en domingo – de ahí que se recitase un retintín en aquellos tiempos, que rezaba así » tres jueves hay en el año, que relucen más que el sol, Jueves Santo, Corpus Cristi y el día de la Ascensión» de ellos, solamente le Jueves Santo se mantiene incólume, el segundo, se ha pasado al domingo y del tercero, ni se tiene en cuenta su celebración.
Los tiempos han cambiado, pero sobre todo, la forma de vida, por ello, resulta importante, que personas comprometidas, dediquen parte de su tiempo a conservar antiguas tradiciones, lo de menos es – si se me permite la observación – el motivo, ya sea religioso, cultural o, simplemente personal, el caso es, que bien entrado el siglo XXI – año 2023 – la iglesia de Monsagro, presentaba una decoración, que en nada tendría que envidiar a la de sus mejores tiempos.