II Slalom villa de Monsagro.

El rugir de los motores pone banda sonora a un recién inaugurado otoño.

El último sábado del mes de septiembre y primero del otoño de este, digamos atípico año 2021 – por catalogarlo de forma benévola,- ha sido el protagonista de la reanudación de un evento que en noviembre de 2019 tuvo su primera toma de contacto con la villa de Monsagro.

La intención, tanto de los organizadores, Automóvil Club de Zamora, como del Ayuntamiento, no era otra que la de que esta prueba federada continuase cada año, pero mira tú por dónde, circunstancias totalmente ajenas e imprevistas, propiciaron que el año pasado, 2020, no pudiese celebrarse por los motivos de todos sobradamente conocidos, la pandemia de COVID-19 que ha asolado, y sigue asolando el mundo.

A pesar de la pandemia, en este 2021 se ha podido retomar la actividad, gracias entre otras cosas, al  grado de vacunación masiva de la población española en general, aún así, se han respetado todas las medidas sanitarias vigentes.

La celebración de este evento, qué duda cabe, constituye un síntoma evidente de los pasos que poco a poco nos van acercando a la tan ansiada normalidad pretérita, por lo que es presumible que en años sucesivos el Slalom de la villa de Monsagro se convierta en una carrera clásica.

Al igual que en el 2019, la lluvia reclamó su parte de protagonismo e hizo acto de presencia mediada la primera manga oficial, a pesar de ello, el numeroso público aguantó estoicamente el prolongado chaparrón, ya que, quien más, quien menos acudió pertrechado de paraguas, dadas las predicciones.

Las tres mangas, una de entrenamiento y las dos oficiales, se llevaron a cabo entre el km 11, Cañito Cemento, salida, y el paraje de la Cruz de la Rubia situado en el km 7,700, meta. de la carretera DSA-352, que permaneció cortada al tráfico desde las 15 horas, hasta las 20 horas.

Las carreras de Slalom como esta de Monsagro, son pruebas federadas cronometradas en las que se prima la pericia del piloto frente a la velocidad, no obstante, si que existe un trofeo para el piloto más rápido, independientemente de la categoría en la que haya participado.

En esta ocasión, han sido cinco las categorías, según cilindrada y tipo de preparación del vehículo, dando como resultado al final de la prueba el siguiente esquema.

Clase 1: Ganador, nº 12, L. Leopoldo García – Citroén Saxo.

              Segundo clasificado, nº 14, José Alberto de Dios – Ford Fiesta

Clase 2:   Ganador, nº 7, Ángel Nieto – Peugeot 306.

               Segundo clasificado, nº 10, Alberto García – Opel Astra.

Clase 3:   Ganador, nº 7, Santiago Crespo – Audi TT.

                Segundo clasificado, nº 6, Manuel Vaquero – Seat Ibiza.

Clase 4:    Ganador, nº , 1, Cesar Tomé – BMW.

                Segundo clasificado, nº 2, Oscar Brussi BMW 325.

Clase 5:  Ganador, nº 16, Rubén Huerga – Karcross.

Por último, los tres mejores de la prueba por velocidad:

Ganador: nº 16,  Rubén Huerga – Karcross.

Segundo clasificado: nº 2, Oscar Brussi – BMW 325.

Tercer clasificado: nº 1, Cesar Tomé – BMW.

Los ganadores fueron agasajados con el correspondiente trofeo, acompañado por un lote de embutidos Tino. fábrica de embutidos ubicada en la localidad de Monsagro.

El tramo de la DSA-352 se convirtió en un circuito de carreras muy del agrado de los asistentes, prueba de ello es, la masiva asistencia de personas de los pueblos limítrofes  y mayormente de la vecina localidad de Ciudad Rodrigo, amén de publico de todas partes de la provincia y comunidad autónoma.

No cabe duda de que este tipo de eventos atrae, por lo que, si las circunstancias no lo impiden, está garantizada su continuación en años venideros.

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